lunes, 17 de febrero de 2014 - , 0 comentarios

Los cuernos de Don Friolera: La obra en la trayectoria de Valle-Inclán.

La obra en la trayectoria de Valle-Inclán.
La obra teatral Los cuernos de don Friolera fue escrita en la revista La pluma entre abril y agosto de 1921, en un contexto de revueltas sociales y una crisis sociopolítica. En la trayectoria de Valle-Inclán, esta obra se publica en un momento en que el autor había dejado a un lado el modernismo elegante y nostálgico para escribir una literatura de hondo contenido crítico basada en la distorsión de la realidad. Los cuernos de don Friolera es una de las primeras obras teatrales esperpénticas en Valle-Inclán. Aunque sus dos trilogías Comedias bárbaras y Las guerras carlistas poseen rasgos característicos del esperpento y la obra Divinas palabras (1919) posee un estética muy cercana a este nuevo género, su primera obra netamente esperpéntica es Luces de bohemia, publicada en 1920. Asimismo, publica otras obras a las que él mismo califica de esperpentos: Los cuernos de don Friolera (1921), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán (1927). Obras que, en 1930, serán englobadas bajo el título Martes de carnaval.  

Por otra parte, el autor también escribe novelas esperpénticas; Tirano Banderas (1926) y la trilogía El ruedo ibérico (1927-1932); y poesía: La pipa de Kif (1919)
Estas obras, pertenecientes al esperpento, denuncian la sociedad dominada por lo absurdo y deforme, que dará lugar a la animalización de los personajes, al empleo de contrastes, a la deformación del lenguaje y de los personajes, etc.

Por lo tanto, esta obra teatral ya no presenta la estilización, la visión nostálgica, el lirismo y el locus amoenus de sus cuatro Sonatas, sino un estilo deformado donde se recargan los rasgos grotescos y absurdos de la realidad.

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