jueves, 9 de enero de 2014 - , , 0 comentarios

Ejemplaridad y corrección. ¿Qué es correcto y qué no lo es?


Empleamos el término correcto con dos sentidos:
Ø  Para evaluar enunciados particulares como respetuosos de una norma, generalmente la norma ejemplar.
Ø  Para calificar las modalidades lingüísticas (o dialecto) de más o menos correctas según el mayor o menor uso que se hace de ellas en  la distancia comunicativa.
Lo correcto se juzga según la norma. Para Coserieu, lo correcto y lo ejemplar pertenecen a planos distintos: Todo modo de hablar es correcto si se ajusta al modo de hablar con el que se corresponde dentro de una lengua histórica.


1.     Ejemplaridad y corrección.
Lo ejemplar (ideal de la lengua o lengua estándar) es una técnica histórica del hablar, es un sistema lingüístico, una lengua particular constituida como tal dentro de una lengua histórica.  Lo ejemplar no es incorrecto, sino que, como toda la lengua, sólo puede ser pauta de corrección para su propia realización en los discursos. Es pauta de corrección sólo para los usos que le corresponden (ejemplar viene a ser equivalente a norma consuetudinaria). Lo ejemplar no es la lengua correcta por antonomasia.

Teniendo en cuenta todo esto, los regionalismos que se plantean como incorrectos solo lo son en el caso en que se aplique un patrón idiomático o ejemplar con el que no se corresponden, el de la lengua estándar u otra cualquiera.
Por ejemplo, la indistinción entre pretérito perfecto simple y compuesto sólo podrá ser tildada de incorrecta si la hacemos corresponder con patrones como la norma estándar u otra modalidad, como por ejemplo la andaluza; pero, en cambio no lo será si se le hace corresponder a la norma propia del español hablado en Galicia. Por lo tanto, más que atender a la cuestión de si un hecho lingüístico es correcto o incorrecto, habrá que atender a qué tradición idiomática pertenece, a qué modos de hablar o, a lo sumo, si pertenece a un modo ejemplar concreto.
Ahora bien, esto no quiere decir que todos los usos de una lengua sean iguales y puedan emplearse en cualquier situación comunicativa porque todos sean correctos. Esto es ignorar la realidad social en la que se desenvuelve una lengua. No es que deontológicamente sean mejores unos modelos que otros, pero lo cierto es que sólo ciertas formas repetidas y constantes se integran en un ideal de lengua más o menos común, mientras que otras en cambio no pasan y encuentran acomodo en tradiciones idiomáticas locales y regionales.

Así pues:
        La modalidad Ejemplar: Constituye el modelo de actuación preferentemente para los discursos propios de la distancia comunicativa.
        Correcto: No hay una única posibilidad de realizar un enunciado correctamente, sino que lo que lo que se considere correcto o incorrecto depende del tipo de norma a la que el enunciado trata de ajustarse.

2.     Ideologías.

Conservadores o puristas:
Reducen lo correcto a lo ejemplar: Solo tenemos que utilizar la lengua estándar.
Defienden la unidad idiomática estricta, de manera que exista un único criterio de corrección para todas las actuaciones lingüísticas. Se trata de una actitud de censura que pretende eliminar las variaciones dialécticas. Apuesta por una unidad idiomática mediante la eliminación de la variación.

SIN EMBARGO, LA EXISTENCIA DE VARIACIÓN EN EL LENGUAJE ES ALGO INTRÍNSECO A SU PROPIA NATURALEZA Y RESULTA, POR TANTO, UNA QUIMERA, PRETENDER SU PROPIA ELIMINACIÓN.

Liberales:
Reducen lo ejemplar a lo correcto: Rechazan la lengua estándar porque todo es correcto, lo único importante es la comunicación.
Para ellos todo uso es aceptable, ya que realiza algún tipo de saber idiomático.
Sin embargo, tendrían que admitir la utilidad de la norma ejemplar en relación con la realidad teórica e histórica del problema de la unidad idiomática, la validez e importancia de lo ejemplar como factor de cohesión política y social y como hecho de cultura.

Conclusiones:

No puede hablarse de un uso correcto o incorrecto sin comprobar con qué ejemplaridad pretende corresponderse
No hay un único modo de hablar correcto y todo lo que no se ajuste a él es incorrecto. Cada individuo debe ajustar sus usos y adecuarlos a la situación comunicativa y esa adecuación viene marcada por la sociedad.
De esta manera, concebimos la lengua no como la suma de variedades dialectales, sino como la integración de todas ellas y, entre todas, una extiende más su radio de acción, teniendo una validez más general. Así, la lengua estándar o ejemplar es una norma supra-dialectal, porque es la que todos los hablantes de todas las clases sociales se decantan en situaciones de distancia comunicativa.

Los rasgos que definen a la lengua ejemplar-estándar son:
-       Constituye el ideal lingüístico y coincide habitualmente con la norma culta.
-       Amplio dominio de acción: se trata de una norma suprarregional y unificadora.
-        Su superioridad le viene conferida por su función cohesionadora, cultural…
-       Es convencional porque está basada en criterios sociopolíticos o económicos.
-       No coincide con ningún geolecto (no se identifica con la forma de hablar de un determinado lugar) porque se trata de una abstracción, de un ideal de compromiso suprarregional.
-       No es fija e inamovible,  porque el léxico va cambiando al igual que las normas pero sí es estable porque su evolución es lenta, se va adaptando poco a poco. Está sujeta a cambios al igual que las variedades.

3.     Formación de la variedad estándar.

La variedad estándar ha sido sometida a un proceso de estandarización, es un proceso de elaboración extensiva e intensiva, donde se ha pasado de la inmediatez a la distancia comunicativa. Debido a la similitud entre la distancia comunicativa y la escritura, este proceso se denomina escrituralización de una variedad oral.

La elaboración es la apropiación del ámbito de la distancia por parte de un idioma aún no escrituralizado. Hay dos tipos de elaboración:
·         Extensiva: Empleo paulatino de una determinada variedad en todos los ámbitos discursivos (periódicos, televisión…) como son los textos o situaciones de comunicación. Se expande a más hablantes.
·         Intensiva: Desarrollo de estructuras lingüísticas para la distancia comunicativa como es el usted.
Algunos recursos lingüísticos para que se propicie la distancia comunicativa son:
-          Coherencia textual intrínsecamente lingüística que haga que no sea necesario acudir al contexto en busca de completud semántica.
-          Fuerte integración sintáctica.
-          Intensificación de la hipotaxis o subordinación.
-          Variación y precisión léxicas.
-          Potenciación del campo simbólico en detrimento del campo deíctico.

La estandarización consiste en su normalización prescriptiva, en la institucionalización de un estándar, creada consciente y deliberadamente por una autoridad. Se divide en:

Ø  Estandarización externa: consiste en la selección de una determinada variedad como variedad diatópicamente netral, y distrática y diafásicamente elevada, de manera que se imponga, por encima de las variedades diatópicamente marcadas y diafásicamente bajas, como modelo supra-regional  común para la distancia comunicativa.
Ø  Estandarización interna: Se lleva a cabo mediante la codificación de los mecanismos lingüísticos propios de la variedad estandarizada, en todos sus niveles: fónico, morfosintáctico y léxico.

Las lenguas estándar surgieron en un clima de intenso nacionalismo político y fueron fruto de la necesidad de
crear símbolos ideológicos comunes e ideales de patria compartidos. Los modelos fueron los que se usaban en las capitales, sobre todo en las que residía la corte.
El multilingüismo se concebía como una amenaza para el estado y la lengua común como una herramienta fundamental de unificación.

4.     Elaboración y estandarización del castellano.
 
Elaboración:
-La elaboración extensiva se da en el siglo XIII, con la aparición de los cantares de gesta, la poesía trovadoresca o el mester de clerecía, que llevaron al uso del castellano a tradiciones discursivas literarias que antes habían sido competencia exclusiva del latín.
-La elaboración intensiva tiene lugar por el auge de la prosa jurídica auspiciada por Alfonso X El Sabio.
Estandarización:
-La estandarización externa se produjo en un primer momento por la norma de Toledo.
-La estandarización interna se produjo con la Gramática de Nebrija en 1492 y con la redacción de los primeros vocabularios latino-españole, como el de Cobarrubias.


La mayor empresa de difusión geográfica del castellano estuvo encarnada por la Reconquista y la conquista de América. Esto, hizo inevitable el surgimiento de dialectos secundarios, como el extremeño o el andaluz. La mayor nivelación del español tuvo lugar durante los Siglos de Oro y la etapa de fijación prescriptiva, se inauguró con la fundación de la RAE en 1713.

0 comentarios:

Publicar un comentario