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El sistema verbal del Español: usos rectos y desviados de los tiempos verbales:
La función del significado gramatical del morfema verbal de
tiempo tiene que ver con la necesidad de ordenar, referir o situar lo dicho con
respecto a un momento determinado que sirve de referencia al hablante. Esta
ordenación temporal puede tomar como puntos de referencia, con respecto a los
cuales el verbo conjugado puede expresar una acción anterior, simultánea o posterior a tal punto de referencia, dos
momentos diferentes
Normalmente, lo
expresado por los enunciados verbales se considera pasado, presente o futuro
porque estos enunciados se miden u ordenan cronológicamente con respecto a un punto de origen prototípicamente
coincidente con momento del habla o hit et nunc [Ayer fui al cine
(anterioridad); Estoy hablando sobre el verbo (simultaneidad); El próximo
domingo iré a la playa (posterioridad)]. Pero el punto de referencia no tiene por qué ser siempre el momento del
habla, ya que no está fijado de antemano y se puede desplazar perfectamente
conforme vamos hablando, al tiempo que el hablante puede moverlo en función de
sus necesidades comunicativas.
Gracias a estos desplazamientos del punto de origen es
posible presentar una acción cronológicamente ya pasada como futura con
respecto al punto de referencia elegido: “No será hasta 1492 cuando Colón
descubra por fin América”
Los mismos desplazamientos del punto de origen o de
referencia que se toma como base para ordenar los verbos del discurso hacen
posible el uso del presente para remitir a hechos cronológicamente futuros:
“Mañana te levantas temprano y te pones a estudiar para el examen de una vez”.
Lo más frecuente cuando el punto de referencia no es el momento del
habla es que la ordenación temporal se realice en función del tiempo
establecido por el verbo de otro enunciado o cláusula. Así ocurre con el
tiempo que Andrés Bello denominó pospretérito:
Me dijo que vendría. En el
ejemplo, el condicional expresa un futuro con respecto al pasado de la cláusula
principal.
Claro que este futuro no necesita ser también futuro con
respecto al momento de habla: Sí lo es
en: “Me dijo que vendría mañana”. Pero no en: “Me dijo que vendría ayer lunes,
pero no ha aparecido”. Pues bien, esta doble posibilidad de referencia temporal de
un verbo, dependiendo de si toma como
punto de referencia (i) el momento enunciativo o hic et nunc de la comunicación
o (ii) otro elemento lingüístico (otro verbo del co-texto), llevó al establecimiento, por parte de relevantes
gramáticos, de la siguiente distinción:
Gili Gaya
distingue entre tiempos absolutos
(los que toman como referencia el momento de la enunciación) y tiempos relativos (los que toman como
referencia otro verbo del co-texto)
– Guillermo Rojo establece la misma
distinción, pero en los términos de
tiempos primarios (los que toman como referencia el momento de la
enunciación) frente a tiempos
secundarios (los que toman como referencia el momento de la enunciación)
Por otra parte, los hablantes, en nuestros discursos,
hacemos gala de una gran cantidad de metáforas temporales, debidas a
desplazamientos:
– Del
presente al pasado, como ocurre en el presente histórico
– Del
futuro al presente, como ocurre con el futuro de probabilidad
– Del
pasado al presente, como ocurre con el imperfecto de cortesía
La mayoría de estos usos desplazados o desviados son perfectamente
conformes a la norma prescriptiva y constituyen, simplemente, posibilidades de
nuestro sistema verbal que un buen profesional de la redacción periodística y
audiovisual debiera ser capaz de explotar al máximo.
Sin embargo, en ocasiones, algunos desvíos se consideran
contrarios a la norma y habría que evitarlos en los discursos propios de la
distancia comunicativa.
Presente de
indicativo Usos
desviados:
– presente
por pasado: Colón descubre América después de un largo viaje en carabela.
– presente
por futuro: Mañana veo a Antonio
– presente
ingresivo: Ahora voy. Te veo en unos segundos.
– presente
con valor de imperativo: Tú te callas
– presente
por pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo o condicional compuesto:
(a)en la
apódosis:
– Si
lo hubiera sabido, no lo invito.
– Si
no hubiera sido por él, me voy de la empresa.
(b) en la
prótasis:
– Si
lo sé...
– Si
no es por él...
Pretérito imperfecto de indicativo Usos
desviados:
– Imperfecto
de cortesía: Quería hablar con usted, si es posible.
– imperfecto
de contratiempo: ¡Si ya tenía la comida hecha! ¿Por qué os vais ahora?
– imperfecto
ingresivo o de conato: Ya me iba
– imperfecto
por condicional simple: Le aseguré que, en cuanto pudiese, se lo devolvía.
– imperfecto
de recuerdo: - ¿Cómo se titulaba la película que ponen en el Corona Center?
– imperfecto
de advertencia y de deseo
Futuro imperfecto de indicativo Usos desviados
– futuro
de modalidad: En estos momentos serán las cuatro; Cuando ha conseguido la beca,
será muy listo.(probablemente sea); ¿Lo he hecho bien? —Tú sabrás.
– futuro
con valor imperativo: ¿Te callarás de una vez?
– futuro
de historiadores: En 1492, Colón descubrirá América... ; En los años 50,
Chomsky dará una visión nueva de la lingüística
Condicional Simple
usos desviados:
– con
valor modal de probabilidad: Serían las diez cuando llegó.
– condicional
de cortesía en los ruegos o peticiones: Querría hablar con usted, si es
posible. ¿Podría decirme la hora?
• Condicional
simple:
• Usos
incorrectos:
– *Si me
ayudarías a pagar el piso, te lo agradecería toda la vida
• Condicional
de rumor: Se trata de un uso originario del español de América, que se emplea
para comunicar una noticia con reservas:
– «Se
abrirá la Escuela de Periodismo. Sería adscrita a la Facultad de Humanidades»
(El Nacional, Caracas, 1953).
De todas
formas, aunque es cierto que los ejemplos más tempranos proceden de
Hispanoamérica, también encontramos esta forma en España:
– «Parece
que los jefes de las fracciones peronistas... se habrían inclinado por
aconsejar a sus secuaces la entrega del voto a Frondizi» (Ya, 1958).[Los
ejemplos son . de Seco, s.v. potencial]
Este
condicional epistémico o de rumor está prohibido tajantemente por los libros de
estilo de los periódicos de mayor prestigio en España, por las razones que se
exponen en los siguientes fragmentos, extraídos de tales libros de estilo:
• Libro de estilo de ABC: «No deberá incurrirse en el
denominado condicional de rumor: El Gobierno estaría dispuesto a entablar
negociaciones... En el incendio habrían muerto doce personas... Ese
condicional, que señala un hecho dudoso, no confirmado ni avalado por nadie,
cuya veracidad no se garantiza, es flagrante galicismo».
Libro de estilo de El País: «[Aunque el condicional se
utiliza] para expresar la posibilidad en el pasado. Ejemplos: “tendría entonces
10 años”, “por aquella época ya habría terminado el bachillerato”*, l+a
posibilidad en el pasado no es, sin embargo, un hecho dudoso, no garantizado,
ni un rumor. Este uso del condicional de indicativo es francés. Se incurre,
pues, en galicismo cuando se escriben frases como éstas: “el ministro de
Agricultura podría estar dispuesto...”; “el obispo habría establecido...”; “según
diversas fuentes, habrían sido detenidos siete grapos...” Los giros adecuados
para sustituir el condicional francés pueden ser éstos u otros parecidos *...+:
“el ministro parece estar dispuesto...”; “según indicios, el obispo ha
establecido...”; “parece ser (o tal vez) que han sido detenidos siete
grapos...”. El uso del condicional en ese tipo de frases queda terminantemente
prohibido en el periódico. Además de incorrecto gramaticalmente, resta
credibilidad a la información».
Pretérito
Imperfecto de Subjuntivo
¿Cuáles son las
formas que hoy usamos acabadas en –ra? Principalmente, el pretérito imperfecto de subjuntivo: amara y el pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo: hubiera amado
¿Qué modo tienen?
modo subjuntivo, pero ¿qué tiempo y modo
expresaba su étimo latino amaveram? Pues
uno muy distinto, ya que se trataba de la forma latina del pluscuamperfecto de
indicativo, que hoy expresamos con ayuda de la perífrasis de HABER en
imperfecto + PARTICIPIO (había amado).
Observamos, entonces,
que en su evolución desde el latín esta
forma ha atravesado por un complejo proceso de reanálisis modal y temporal,
en la medida en que ha cambiado de modo (de indicativo a subjuntivo) y de
tiempo, por lo que en sus usos como forma del subjuntivo carece del sentido
pluscuamperfecto originario.
El aspecto más problemático de esta forma tiene que ver con el empleo
de la desinencia –ra con valor pasado no subjuntivo: Se ha reestrenado
Casablanca. La película que *hiciera
temblar a miles de espectadores vuelve a estar de actualidad
Otro contexto
favorable a su aparición es tras la conjunción temporal “desde que”: Es la primera vez desde que en 1970 se
*inaugurara el nuevo estadio...
Sabemos
que con este valor de pluscuamperfecto se ha conservado en gallego hasta la
actualidad. Pero, estas frases del castellano ¿son pervivencia del uso
medieval, ahora revitalizado? ¿son un rescate de un viejo arcaísmo?
Hay dos opiniones contrarias en este sentido: Para Alexandre Veiga, en castellano se trata
de una resurrección que data del siglo XIX y que es producto de una norma
arcaizante, salvo en el caso de escritores como Emilia Pardo Bazán o Valle
Inclán, que lo usan porque son gallegos y por analogía o interferencia, por
tanto, con su lengua vernácula. Para José
Luis Girón Alconchel, sin embargo, son reflejo de que la forma pervivió en
castellano durante los siglos XVIII y XIX (él encuentra el verbo en documentos
americanos de los siglos XVIII y XIX). En cualquier caso, es unánime la opinión
de los gramáticos sobre la incorrección del uso de las formas en –ra en
sustitución de formas del pasado de indicativo Pretéritos perfectos simples y
compuestos (canté/he cantado)
• Usos incorrectos:
– *El año pasado hemos entrevistado a unos amigos; *El año
pasado hemos estudiado menos que este año
Infinitivo. Usos anómalos:
SUSTANTIVO +A + INFINITIVO : Infinitivo como complemento del
nombre introducido por a: En el uso actual, está muy extendida la estructura SUSTANTIVO +A + INFINITIVO, EL *texto a
comentar, que no es propia del español, sino más bien un galicismo o calco del
francés.
«*cambios a realizar respecto al periodo anterior» Para evitar hacer uso de esta estructura
galicista, que, como podemos intuir, la norma prescriptiva de la RAE rechaza
precisamente por su carácter extranjero, existen diferentes alternativas de
formulación, todas ellas con un “que” que introduce una oración subordinada
adjetiva y un verbo conjugado tras ese “que”:
cambios que se han de realizar, cambios que se van a realizar...; texto
que se ha de comentar; texto que voy a comentar; texto que quiero comentar;
texto que se está comentando, etc.
Y es que la razón del
rechazo de esta estructura está en el hecho de que en español el infinitivo no tiene la posibilidad de actuar como
complemento del nombre tras la preposición “a” (a veces sí puede hacerlo
tras la preposición “por” o “para”), sino que para tal función nuestro sistema
ya prevé el uso de la oración subordinada adjetiva.
La estructura no normativa en
español no es A+INFINITIVO en cualquier contexto, sino A+INFINITIVO SIEMPRE que esté precedida por un sustantivo al que esta
estructura complementa al modo de una oración subordinada adjetiva. Por
eso, el siguiente ejemplo, extraído también de El País, es perfectamente
correcto: «Algunos automovilistas que se
vieron obligados a realizar maniobras evasivas para no chocar frontalmente con
el camión llamaron alertando a la policía de la presencia del “camionero
suicida”».
Por supuesto, también son correctos los casos en que sustantivo que precede a
estructura A+INFINITIVO no forma un sintagma nominal con ella: Obligó a
María a realizar una maniobra evasiva Puso a los alumnos a realizar ejercicios
sobre el tema.
Cuando la estructura
es correcta, es posible cambiar de lugar, dentro de la oración, el sintagma
donde se encuentra A+INFINITIVO:
– Obligó
a realizar una maniobra evasiva a María.
– Puso
a realizar ejercicios sobre el tema a los alumnos.
Infinitivo de generalización con valor
narrativo, que también recibe los nombres de infinitivo fático o
infinitivo jerónimo. Se trata de una estructura
en que el infinitivo no está subordinado a ningún verbo en forma personal, sino
que se erige en verbo principal de la oración, con valor absoluto, algo
contrario al sistema del español, que exige que todas las oraciones posean una
forma finita o conjugada del verbo (no una forma no personal) como verbo
principal.
– Por
último, *señalar que... Como en el caso de la infracción constituida por la
estructura SUSTANTIVO + A + INFINITIVO, podemos proponer varias alternativas de
formulación para evitar la contravención de la norma:
– Por
último, he de señalar / quiero (querría) señalar / me gustaría señalar / cabe
(cabría) señalar / hay que señalar / se ha de señalar / es necesario señalar...
Podemos darnos cuenta fácilmente de que nos hallamos ante un
infinitivo de generalización contrario a la norma si insertamos el pronombre sujeto en estas frases. Si tratamos de
decir Por último, yo señalar que… (al
fin y al cabo es “yo” quien señala lo que sea), vemos que carece de Gómez Torrego lo llama “infinitivo
fático” porque la posición más habitual en que lo vamos a encontrar es al
inicio o al término de intervenciones. De ahí que sea muy común hallarlo
tras expresiones como En primer lugar, Por último, Ante todo, etc., y cuando un
reportero abre o cierra la conexión con plató.
El último tipo de construcción sintáctica con infinitivo que
se considera incorrecto con respecto a la norma ejemplar es el empleo del
infinitivo en lugar del imperativo. *Ir a ver la película, en
lugar de Id a ver la película.
Tampoco es aceptable
cuando el mandato es negativo, ya que en ese caso se han de conjugar las
formas correspondientes de subjuntivo o imperativo: *No venir tarde debe ser No venid o No
vengáis esta tarde.
Si el
imperativo tiene un pronombre clítico pospuesto, es obligada la eliminación de
la –d final del imperativo de
segunda persona de plural. Ni se conserva ni se sustituye por r, porque
entonces daría lugar, nuevamente, a un incorrecto infinitivo por imperativo: *Callaros ya, *Sentaros pronto
Los imperativos
seguidos de pronombres clíticos correctos son: Callaos ya, sentaos pronto,
fijaos bien...
Hay una EXCEPCIÓN: en el verbo ir, NO se construye el imperativo
*íos, ni tampoco se ha de emplear el infinitivo *iros, sino que los
prescriptivo es idos.
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